domingo, 27 de enero de 2013

Simplemente Ser


Hoy me doy cuenta como durante toda mi vida se me ha estimulado por lograr ser alguien. Como desde pequeño naturalmente se me hacía la pregunta ¿quién quieres ser cuando seas grande?

Miró hacia atrás y me veo en el esfuerzo, ¿pero el esfuerzo para qué?
Claro llega la etapa escolar y la mayoría de las personas se preocupa en cómo rinde el niño. ¿Cómo están sus calificaciones? ¿Cómo es su rendimiento en los deportes o en las artes? O ¿Cuáles talentos tiene que lo diferencian del resto?

Todo lo que rodea a ese pequeño e inocente niño le estimula a buscar su diferenciación, a ser mejor, porque o si no….o si no la vida se le volverá muy difícil….que gracioso….. la vida se le volverá muy difícil.
Claro ser mejor, pero ¿ser mejor que quien? ¿Comparándose con quien o quienes?
Y el asunto continúa y cada vez se vuelve peor, pues llega la secundaria y las responsabilidades y las exigencias siguen creciendo, pues ya no eres un niño y tienes que empezar a comportarte como tal….Vuelvo a recordar cuantas veces escuché esto….sin mala intención cuantas veces se me dijo y cuantas veces lo he escuchado decir a otros pequeños, pero ¿qué implicancia tiene esto? Revisemos nuestras palabras…Ya no eres un niño

Y bueno para continuar en lo que todos conocen, el joven ya profundamente formado, condicionado y deprimido en su potencial entra al mundo adulto.
Recuerdo a una amiga que recientemente conocí en mi paso por Bolivia. Ella cumplía los 18 años, pero su día de cumpleaños no era motivo de felicidad, claro ya se transformaba en una mujer “adulta” y en su interior sabía que eso le significaría una serie de situaciones, normas de conductas y disposición frente a la sociedad que la alejaría cada vez más de su verdadero ser. Ella conscientemente no sabía el por qué estaba triste o no lo lograba entender, pero es sus ojos se podía percibir como su almita se resistía con todas sus fuerzas a entrar en ese mundo de “gente adulta”.

Llega el mundo del trabajo o de los estudios superiores, de formar una familia o de “hacer algo por la vida” me rio y vuelvo a recordar…. ¿cuántas veces he escuchado o dicho esta frase? Reflexiono…”hacer algo por la vida

Y claro es eso justamente en lo que he permitido que se transforme mi vida por muchos años, en un “hacedor” en lograr “algo” no sé qué, pero lograr “algo”. Podía ser lograr una profesión, lograr tener una buena mujer a mi lado y formar una familia, lograr tener más dinero o lograr ser más exitoso, 


lograr saber más, incluso lograr ayudar a más  personas o lograr ser una mejor persona o una persona más espiritual.

Miro hacia atrás y veo la palabra lograr y hacer en toda mi vida, miro hacia atrás y me preguntó esa actitud ¿a dónde me ha llevado?

Claro me ha permitido obtener algunas cosas y éxitos según el mundo social, pero ¿y qué? ¿A dónde esa actitud me puede conducir? Observo a las personas de más edad y veo que el asunto no cambia. Aún siguen corriendo y persiguiendo alguna meta, aún siguen intentando lograr algo o hacer algo.
También están lo que ya no intentan, pero no es porque sientan que lo han logrado y descansen, no, más bien es porque sus fuerzas ya se agotaron y no quieren seguir luchando. Ellos se puede pensar que están descansando, tranquilos, pero en el fondo, en su mirar no está la plenitud, la dicha, la relajación, sino por el contrario, la frustración oculta. No perceptible para todos, pero evidente para el que mira con un poco más de agudeza, la frustración de pensar que no lo han conseguido.

Y entonces, ¿qué puede ocurrir con nosotros frente a esta situación? ¿Cómo podemos salir de este círculo que nos atrapa generación tras generación?

Simplemente ser….

Comencemos a intentar cambiar nuestra atención desde el hacer al ser
Observemos nuestro día a día e identifiquemos en que momentos yo simplemente puedo ser
Sin preocuparme de ¿por qué? O ¿para qué?, sino simplemente ser
Quizás sea cantar una canción o danzar al regresar a casa después del trabajo, pero simplemente ser
Quizás puedo tener la dicha de que en lo que hago como parte de mi rutina también soy, pero aquí debo estar muy atento porque el autoengaño es muy fácil y la mente es muy tramposa.


Una pista puede ser:

Si cuando tú haces eres completamente total en ello, como si nada importará más en el mundo de lo que ocurre en ese instante, si tu energía se vuelve completa en ello, y si la felicidad y dicha te embriagan sólo por el simple hecho de estar ahí, entonces celebra…entonces da gracias a la vida porque te ha dado un regalo enorme, te ha dado la posibilidad de que en tu día a día, puedas simplemente ser 
Y para mí lo más importante…
No olvidemos a nuestros pequeños. Intentemos estar mucho más conscientes y atentos, sólo observar qué es lo que estamos estimulando si ¿a Ser o a Hacer?

Un gran abrazo para cada una (o)

Mauricio.
Al igual que tú…un compañero más en este día de colegio que es la vida.


miércoles, 2 de enero de 2013

Lluvia

aromas de recuerdos se avecinan
texturas de una brisa se sumerge 
semillas que se cuentan un secreto 
sonidos que se alistan a emerger

el color del cielo se oscurece
el color de mi alma se aliviana
y mis ojos que quieren expresar
son botones que encuentran su lugar

y la lluvia cae y todo se detiene
el canto de una espera silenciosa
el florecer del sutil algodón
y el perfume del ciclo que vuelve a comenzar


Mauricio Sannyasin